Qué nos enseña el Mes del Orgullo sobre la diversidad, la aceptación y nosotros(as) mismos(as)
Cuando Amanda se enamoró de una mujer en la universidad, comenzó una batalla por su identidad. Al crecer en el sur de los Estados Unidos y como cristiana, luchó con su identidad sexual y espiritual, y esa lucha tuvo avances y retrocesos durante muchos años.
“No fue hasta muchos años después y en un intento fallido en el seminario que me di cuenta de que Dios quería que yo fuera quien estaba hecha para ser, y que tenía que dejar de pelear”, dijo.
Amanda, gerenta de tecnología del aprendizaje en Advocate Aurora Health, dijo que está agradecida de celebrar el Mes del Orgullo porque por muchos años no se permitió identificarse como gay o parte de la comunidad LGBTQ.
“El orgullo significa más para mí ahora debido a la lucha”, dijo. “Significa que puedo ser quien soy sin vergüenza ni peleas. Significa que puedo ser yo”.
Casada hace diez años con su esposa y criando a dos niños pequeños, Amanda está dedicada a su pasión por la educación, el aprendizaje y el desarrollo. Tiene la esperanza de que los/las demás se den cuenta de que la comunidad LGBTQ es tan diversa como cualquier otra y de que cada persona tiene su propia historia única.
“Este es un grupo… con historias profundas que merecen ser escuchadas”, dijo Amanda.
Al reflexionar sobre cómo hacer de su entorno de trabajo un lugar más inclusivo, Amanda recomendó escuchar sin juzgar, conocer las historias de los/las demás, y apreciar y aprender de sus diferencias. En el ámbito de la atención de salud, Amanda también compartió la importancia de asegurar que los/las pacientes LGBTQ reciban la misma calidad de atención.
Como el Mes del Orgullo es un momento para reflexionar sobre cómo crear una sociedad más inclusiva, Amanda también comparó la belleza de nuestras diferencias con la belleza de un arcoíris, una metáfora adecuada para este momento de celebración:
“Debemos aprender a vernos unos(as) a otros(as) como el hermoso arcoíris que formamos. Cada uno(a) de nosotros(as) tiene un matiz ligeramente diferente. Tomarse el tiempo para escuchar la historia de la persona que está a nuestro lado, sin importar su color, sexualidad o religión, nos ayudará a ver que todos(as) somos humanos(as) y que las cosas que nos hacen diferentes son las que hacen que el arcoíris sea tan alegre. Si cada uno(a) de nosotros(as) simplemente tratara de ser como la persona que está a nuestro lado, el mundo sería de un único color. Qué increíble que podamos caminar junto a personas con historias tan diferentes y apreciar lo que cada uno(a) de nosotros(as) aporta al mundo. Pregúntele a la gente sobre su historia y luego escuche. ¡Haga que el arcoíris brille más intensamente!”
Related Posts
Comments
About the Author
Anna Schapiro is a public affairs coordinator at Advocate Health Care and Aurora Health Care. She has a background in public relations and communications and studied journalism at Northwestern University. When she’s not working on internal communications for the organization, she enjoys cooking, reading and living in Chicago.