¿No tiene tiempo para el autocuidado? Pruebe esto.

Beber agua, hacer ejercicio regularmente y lidiar con el estrés son solo algunas de las muchas maneras en que podemos cuidar nuestra salud a diario. Sin embargo, es fácil poner estos hábitos en segundo plano cuando parece que el día no tiene suficientes horas para lidiar con el trabajo, la familia y otras obligaciones.

La buena noticia es que tomarse aunque sea pequeños ratos para el autocuidado durante el día puede beneficiar su salud. Un estudio reciente halló que las microprácticas pueden ser una excelente herramienta para manejar el estrés y el bienestar.

Las microprácticas son pequeñas medidas que las personas toman durante el día para hacer una pausa y reflexionar sobre lo que podrían necesitar para su salud y bienestar. A diferencia de una sesión de entrenamiento completa, estas microprácticas solo tardan segundos o minutos en implementarse.

“Las microprácticas son una excelente manera de verificar su bienestar y tomar las medidas que hagan falta”, explica el Dr. Edmund Fernandez, médico de familia de Aurora Family Medicine en Slinger, Wis. “Lo mejor es que puede implementar microprácticas en su rutina cotidiana, por ejemplo, mientras espera en un semáforo en rojo o antes de mirar las redes sociales o responder un mensaje de texto”.

Por ejemplo, los autores del estudio recomiendan que cada vez que se lave las manos use el momento como una oportunidad para respirar y verificar sus necesidades. Pregúntese si está bien hidratado o si tiene hambre. Cuando termine de lavarse las manos, puede ocuparse de cualquier necesidad rápida, como llenar la botella de agua o comer un bocadillo saludable.

“Esas pausas durante el día también pueden ayudar a aliviar el estrés, si respira y está presente en el momento para enfocarse en lo que necesita”, dice el Dr. Fernandez.

Estas son algunas maneras de incorporar las microprácticas durante el día:

Empiece el día haciendo la cama y use ese momento para reflexionar sobre las cosas difíciles que tiene que hacer durante el día.

Coma más lentamente y concéntrese en disfrutar de la comida. Esta práctica puede ayudar a reducir el estrés.

Contrarreste un mal hábito con un hábito saludable. Por ejemplo, si no puede abandonar el hábito de beber refrescos, beba un vaso de agua con cada refresco.

Reflexione sobre su día mientras se cepilla los dientes antes de acostarse. Además, es una buena manera de asegurarse de no omitir este hábito.

Si está abrumado y no puede lidiar con el estrés, incluso con la ayuda de las microprácticas, comuníquese con el proveedor de atención de salud.

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