Convertirse en el modelo a seguir que necesitaba cuando era niña  

La jefa de la unidad de cuidados intensivos, Berenice Simpson, siempre bromea con su hermana menor, Xareni, que tiene una maestría en Comunicación y una maestría en Administración de Empresas.

“Nos gusta reír y decirnos: ‘Nadie puede venir a decirnos que no podemos lograr lo que queremos en la vida’”, dice Simpson.

Esto se debe a que Berenice y su hermana son pruebas vivientes de que se puede sobresalir, aunque parezca que todas las probabilidades están en contra.

“Al principio, la mayoría de las personas no creen mi historia cuando se les cuento”, dice Simpson.

Al mirar a Simpson, usted podría suponer que en su juventud los modelos a seguir eran fáciles de encontrar. Es enfermera registrada del Advocate Trinity Hospital en Chicago, que comparte código postal con la comunidad mexicana más grande de la ciudad. Tiene una licenciatura en enfermería y completará una maestría en Liderazgo y Administración de Enfermería para fines de 2023. Le encanta su trabajo. Además, Simpson está casada con el amor de su vida, y tienen dos hijas.

“Estoy convencida de que el trabajo duro vale la pena. Definitivamente tuve que trabajar para mi felicidad”, dice.

Hasta sus últimos años de adolescencia, la vida de Simpson en los suburbios del noroeste de Chicago incluía padres ausentes, abuso de sustancias en la familia, peleas en el patio de la escuela y un profundo deseo de pertenecer. Finalmente se encontró camino a pertenecer a una pandilla, un estilo de vida que temía y no quería.

Entonces, a los 17 años, Simpson decidió cambiar su vida. Se reencontró con su madre, su hermana y su hermano menor. Luego empezó a trabajar como transportadora del hospital para ayudar a mantener a su familia financieramente.

“Al crecer, no veía ni conocía a nadie que tuviera educación más allá de la escuela secundaria. Mis tías y mis tíos trabajaban en una fábrica”, dice.

Con el tiempo, trabajar en un hospital le cambió la vida a Simpson.

“Una enfermera del hospital me adoptó como su protegida. Me enseñó las bases de cómo cuidar a los demás y poner a las personas en primer lugar”, dice Simpson, agregando que su pasión recién descubierta por ayudar a los demás la inspiró a inscribirse en la escuela de enfermería.

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