Los paros cardiacos atacan por sorpresa a las mujeres “sanas y activas”
En un abrir y cerrar de ojos, Ashley Cota de 28 años pasó de disfrutar la vida a luchar por ella.
Passialis estaba trabajando en una cafetería de Huntley, IL en noviembre cuando empezó a dolerle el pecho, se desplomó y tuvo un paro cardiaco. Sin ningún diagnóstico cardiaco previo, los paramédicos pudieron revivirla, pero esta experiencia casi fatal le cambió la vida para siempre.
“Soy una persona muy sana y activa, e incluso corría antes de que esto me pasara”, dice Cota, quien reside en Hampshire, IL. “Esto hubiera podido sucederme en cualquier momento, y qué bueno que estaba trabajando ese día, si no, no estaría aquí hoy”.
Los paramédicos insertaron un tubo de respiración en la garganta de Cota, que estaba inconsciente, y la llevaron a Advocate Sherman Hospital en Elgin. Una vez hospitalizada la estabilizaron y le hicieron pruebas para determinar la causa del paro cardiaco.
“En mujeres jóvenes como ella sin historial médico previo, debemos averiguar si el problema es una arritmia primaria hereditaria a la que pudieran haber estado propensas”, dice el Dr. Syed Hasan, cardiólogo de Sherman Hospital. “Esa era nuestra conjetura, y las pruebas lo reafirmaron, pero el caso era un poco más complejo ya que Ashley tiene algunas anormalidades posiblemente congénitas, y no estábamos seguros de si estas habían sido un factor o no”.
Cada año ocurren más de 420 000 paros cardiacos en los Estados Unidos, según la American Heart Association. Generalmente suceden de manera instantánea o poco después de aparecer los síntomas en personas con o sin enfermedades cardiacas.
Pruebas posteriores revelaron un pequeño agujero en el corazón, pero nada tan grave como para haberle causado el paro cardiaco. También le hicieron un estudio de electrofisiología, pero no mostró señales de otras arritmias.
“Al final de todas las pruebas, determinamos que su paro cardiaco se debió a que ella es una de esas pocas personas propensas a tenerlo”, dice el Dr. Hasan. “Sin embargo, todos debemos conocer nuestro riesgo de padecer enfermedades cardiacas, y si estamos en riesgo debemos someternos a pruebas cardiacas básicas”.
Los antecedentes familiares de enfermedades cardiacas son un factor de riesgo importante. En el caso de Cota, su padre había fallecido de un ataque masivo al corazón a los 41 años.
Debido a lo poco común de sus circunstancias, los médicos también le implantaron un desfibrilador en el pecho para prevenir más daños si llegara a sufrir otro paro cardiaco.
“No va a evitar que le suceda otra vez, pero evitará los resultados negativos drásticos si esto ocurre”, comenta el Dr. Hasan.
A pesar de la experiencia traumática, Cota vive la vida día con día.
“Qué lata que no sepa por qué pasó esto, y me desespera”, dice Cota. “Ahora estoy mucho más consciente de lo que puede pasar si no me cuido”.
¿Conoce su riesgo de sufrir enfermedades cardiacas? Responda a esta evaluación de riesgo cardiaco. Si su riesgo es alto, consulte a uno de los cardiólogos de Advocate Heart Institute’s antes de las 24 horas.
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