Cómo ayudar a futuros padres de la comunidad LGBTQ a afrontar los desafíos de la subrogación de vientre
Comenzar una familia a través de la subrogación de vientre es complicado, y presenta desafíos únicos para los miembros de la comunidad LGBTQ. Para apoyarlos mejor en su viaje hacia la paternidad, Advocate Illinois Masonic Medical Center está invirtiendo en una capacitación especializada en competencia cultural para obstetras, enfermeros/enfermeras y otros miembros del equipo.
“El hospital busca continuamente nuevas formas de mostrar su apoyo a las minorías y grupos diversos, como la comunidad de personas LGBTQ, personas transgender y no conformes al género”, dice Stefanie House, Directora Clínica de Servicios para Mujeres y Niños y Servicios Respiratorios y Pulmonares del hospital.
La subrogación de vientre es un arreglo, a menudo respaldado por un acuerdo legal, por el cual una persona acepta tener un hijo/hija para otra persona o personas, que se convertirán en los
padres/madres del niño/niña después del nacimiento. El proceso puede ser un desafío para la comunidad LGBTQ, pero se puede mejorar con una experiencia positiva con un proveedor de atención de salud.
Illinois Masonic se asociará con Howard Brown Health, una de las organizaciones LGBTQ más grandes del país, a partir de este verano, mientras amplía los servicios que atienden a las familias diversas. Las personas transgender que buscan ayuda pueden tener un mayor riesgo de sufrir discriminación en la atención de salud o recibir atención por parte de proveedores con una competencia limitada en asuntos de género, según un estudio de 2020 de la Biblioteca Nacional de Medicina.
Y, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), muchos proveedores de atención de salud no hablan regularmente sobre la orientación sexual ni la identidad de género con los pacientes. En muchos casos, los centros de atención de salud no han desarrollado sistemas para recopilar datos estructurados de esos pacientes, datos que mejoran la comunicación entre el paciente y el proveedor. Ese no es el caso en Illinois Masonic, que recopila esa información para que los médicos/las médicas puedan tomar decisiones de salud más precisas y bien informadas para los pacientes. También mejora el reporte de los resultados de salud y las inequidades para esta población.
“Algo tan simple como usar un lenguaje con el género apropiado realmente puede marcar la diferencia para un paciente”, dice House. “Cuanto más cómodos se sientan nuestros pacientes con nosotros, en última instancia, es más probable que tengamos mejores resultados de salud”.